Dibujo y Concepto

Desde hace largo tiempo, me ha gustado crear, ver y leer historias, llámense mitos, leyendas, cuentos, películas o de cualquier otra manera. Esto es así, porque tengo la convicción de que estos relatos del imaginario, son parte importante de la naturaleza humana, algo importante de lo que nos separa de otros seres vivos. A ningún otra criatura se le conoce esta habilidad. Surge de la curiosidad insaciable humana, aquella que nos lleva a fantasear de otros mundos, a crear seres para tratar de explicar lo inexplicable, para pasar conocimientos y enseñanzas a otros de manera amena y entretenida, o para simplemente entrar a otros mundos de fantasía y olvidarse del estrés de la vida cotidiana.
De ahí viene la inspiración para crear mi propio mundo y su mitología, de la cual se desprende el personaje representado en ésta obra presentada: Viryaiké, diosa de la imaginación y los sueños, una de las 21 divinidades creadas para esta mitología.
A su dominio pertenece lo irracional y lo fantástico,  lo onírico – todo aquello que viene de los sueños – y lo inmaterial.  Si no tiene sentido lógico, viene de ella.  Las experiencias surreales y alucinaciones,  la risa sin razón alguna, y el sentir que lo que está sucediendo ya ha pasado antes, indican su presencia. Mientras la sigue su séquito de hadas, disfruta del caos ordenado y de la realidad de lo irreal, ella es la diseñadora de las paradojas.
Esto está escrito, en todo alrededor de esta pieza que la representa, en quince sílabas, con las siguientes palabras:
Viryakéyo, Saishanikhákháme, elefýkáren.
Viryaké! Risa del mundo, imaginación sin restricción.